Desde pequeña siempre me han apasionado los animales y he tenido la gran suerte de poder estar en contacto con ellos. Aunque es verdad que hasta que no llegó Diva a mi vida no he sabido lo mucho que se puede llegar a querer a un animal y sobre todo el cariño incondicional que ellos están siempre dispuestos a darte.   

A raíz de eso, quise llegar a comprender cómo se comunicaban para poder tener una mejor relación con ellos e intentar brindarles mi ayuda. Así que me formé en educación canina, y estuve años trabajando en ello. 

Con el paso del tiempo me empezó a interesar cada vez más el cuidado de sus necesidades estéticas, ya que para mí siempre ha sido importante saber sobre todo lo necesario para su bienestar. Estudié peluquería canina y felina, y también he trabajado de eso durante años.

Poco a poco al estar siempre unida a ellos, vecinos, amigos y familiares, fueron confiando en mí para el cuidado total de sus compañeros de vida y eso fue lo que me motivó para emprender esta aventura. 

Si a eso le añades que mi padre vivía en el sitio idóneo para hacerlo, pues no tuve que pensármelo mucho. Y parece que fue ayer cuando empecé en el 2022!